De dónde procedemos la gran mayoría de los fulbhe

Muchos os preguntaréis de dónde procedemos los «fulbhe»: de Guinea, pero más conocida como Guinea Conakry.

A modo de breve contextualización política, es importante señalar que Guinea Conakry obtuvo la independencia de Francia en 1958. La historia desde su independencia hasta 2008 está ligada al liderazgo de dos presidentes: Sekou Touré (1958-1984) y Lansana Conté (1984-2008) el primero gobernó durante un periodo en el que se rechazó la influencia de occidente y se entabló relaciones con la URSS y el segundo quien falleció en el 2008 y dio lugar a un golpe de estado militar en ese mismo año. Este hecho que condujo a un gobierno militar por dos años, que finalizó en 2010 mediante unas elecciones presidenciales (las primeras democráticas del país). El presidente electo fue Alpha Conde quien fue reelegido en las elecciones de diciembre del 2015, con un 57,85% de votos, se mantiene actualmente en el poder, a pesar de haber sufrido un fracasado golpe de estado militar en el 2011.

Guinea se constituye como una república presidencialista que está comenzando a emprender reformas macroeconómicas encaminadas a racionalizar y controlar el gasto, sanear las cuentas públicas, controlar la inflación y mejorar el entorno económico, con miras al logro del punto de culminación, en el marco de la Iniciativa de Países Pobres muy Endeudados, que fue finalmente alcanzado a finales de septiembre 2012, con el acuerdo de FMI y Banco Mundial y que supone una reducción de la deuda externa de Guinea por un valor del 66% del futuro servicio de la deuda durante 40 años. Actualmente, el gran reto de Guinea, según el propio Banco Mundial es la atención a las necesidades de la sociedad en servicios públicos (sanidad, educación), suministros básicos (luz, agua) y la creación de empleo y la apertura a la inversión extranjera como motores de la economía.

La variedad cultural existente en Guinea se refleja en la existencia de múltiples etnias, aproximadamente 24 grupos étnicos, entre los que destacan Fulani (40%), Malinké (35%). Esta variedad cultural también se refleja en la existencia de numerosos idiomas, a pesar de que el oficial es el francés (20%), hay más de 20 lenguas y dialectos locales no oficiales, entre ellos que destacan el Pular (32%), Malinké (24%), Soussu (10%) y Kissi (3,5%). Respecto a las religiones existentes predominan las y los musulmanes (85%), los cultos animistas (5%), iglesia católica y protestante evangelista (4%).

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